El fuego es un elemento clave de la civilización. Sólo está al alcance del viajero cuando se detiene. Sirve para calentarse y para cocinar. Primero hay que conseguir el combustible. En este caso, madera. Y con un hacha abrirla para que sea más fácil quemarla. Luego hay que colocar la pira. En el fondo, papel y cartón; luego, virutas y carbón. Finalmente, los troncos cortados. Se prende en el interior y se agita la llama. Pero todo tiene su método y yo he venido a aprenderlo a Buenos Aires, con un maestro reconocido. Son mis últimos días en la ruta.
Bueno hermano, se te acaba esto y supongo que como dicen en Usuahia, será el principio de algo.
ResponderEliminarHas sido bendecido con la "vida desde fuera" durante 2 meses. Confío que hayas aprendido a poder usar ese comodín en tu vida cotidiana.
Me han gustado mucho tus relatos, incluso los comentarios de los seguidores (cada cual aportando su visión personal).
Cuando vuelvas verás que nada ha pasado (bueno, Elena ha crecido mucho), y sin embargo, como era previsible tu has vivido en una especie de Second life pero de carne y hueso.
Nos vemos pronto, si tu escala en Barajas lo permite.
Enhorabuena!